Que buenas las tardes que uno escribe sin porqués. Molestar a las musas por el placer de fastidiar y obligarlas a deambular por la habitación de mi creatividad.
Que bueno el calor eléctrico o en estufas cuando afuera diluvia y Noe no tiene ganas de navegar.
Que bueno ir a un concierto a reir, aunque también a veces, toque llorar.
Que bueno ser un talismán y no estar atado al cuello de nadie.
Que bueno tener estrella y derrapar sobre asfalto mojado en rotondas de cristal, sin más miedo que a perderte el viaje al parpadear.
Que bueno ser parte, comienzo o final. Estar localizable o por encontrar.Tenerlo y dejarlo marchar.
Que bueno saborear lo dulce con la lengua del corazón.
Que bueno saber que en lugar de uno, son dos.
Que bueno oir a un gato ronronear como si en el mundo nada importara más que mis caricias.
Que bueno la piel de gallina cuando me dejo llevar.
Que bueno superarlo,olvidar,aprender y saber cuando no se debe mirar atras.
Que bueno lo vivido y lo que vendrá.
Que bueno tener parche para mis rasguños y mazapanes para mi soledad.
Que bueno ser yo y no ser como los demás.
Que bueno saber que las cuentas atrás siempre menguan y nos acercan más.
Que bueno compartir pulgas si es contigo.
Que bueno volver a oir el susurro del lápiz sobre el papel y bajo mi voluntad.
Que bueno reencontrar algo mío.
Que bueno imaginar, realizar, dar pistas y sorprender justo al final.
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