sábado, 28 de septiembre de 2013

Guerrilla

Tengo cicatrices de las que no duelen y sin embargo dañan, ecos de batallas tuyas y mias. Disparos certeros de tus pupilas, golpes del calor de tu aliento y heridas de tus mordiscos. La rutina esta plagada de minas con tus recuerdos y explotan una y otra vez llenando mi vida con esquirlas el pasado. El barro pegado a mis pies como tus labios a mis fronteras. La sangre al ritmo de tambores de guerra y el aire viciado de polvora y sudor. Te tengo a ti en la trinchera y no pienso en otra cosa que en seguir haciendote frente